La nube distribuida crea subestaciones de computación, almacenamiento y red en la nube estratégicamente situadas que pueden actuar como zonas de pseudodisponibilidad de la nube compartida. Gartner utiliza el término “subestaciones” para evocar la imagen de las estaciones subsidiarias, por ejemplo, las sucursales de oficinas de correos, donde la gente se acerca para utilizar los servicios.
Dado que las subestaciones de la nube distribuida son responsabilidad del proveedor de la nube pública de origen, las propuestas de valor clave de la nube en cuanto a productividad, innovación y asistencia permanecen intactas. De hecho, para 2024, la mayoría de las plataformas de servicios en la nube proporcionarán al menos algunos servicios de nube distribuida que se ejecuten en el punto de necesidad.
Otras ventajas específicas de la nube distribuida son eventualmente:
- Mayor cumplimiento de los requisitos normativos de que los datos deben estar en una ubicación específica del cliente
- Reducción del riesgo de fallo de la red, ya que los servicios en la nube pueden residir en subredes locales o semilocales, lo que les permite funcionar de forma intermitente sin conexión
- Aumento espectacular del número y la disponibilidad de los lugares donde se pueden alojar los servicios en la nube o desde los que se pueden consumir (zonas de computación)
¿Qué es lo siguiente para la nube distribuida?
En términos prácticos, la nube distribuida evolucionará en dos fases distintas. La fase uno consistirá en un híbrido equivalente, en el que los clientes empresariales comprarán subestaciones de nube para imitar la promesa de nube híbrida y evitar los problemas basados en la latencia.
Estos clientes no aceptarán inicialmente la idea de abrir sus subestaciones a los vecinos cercanos, ya sean geográficos o industriales, y mantendrán la subestación en sus instalaciones para ellos. Esto tendrá el efecto de permitir una verdadera nube híbrida al hacer que los proveedores de la nube pública se responsabilicen de todo.