El Gran Desabastecimiento: lecciones de 2021 para superar los problemas de suministro

Ya sea por la falta de semiconductores que obliga a interrumpir la producción automovilística o por la escalada de los precios de la madera, derivada de un aumento de la demanda sin precedentes después del confinamiento, los directores de cadenas de suministro han tenido mucho trabajo para mantener la actividad de sus empresas.

Cuando el segundo año de pandemia llega a su fin, el director analista sénior de Gartner, Joel Knox, echa la vista atrás y responde a algunas de las grandes dudas sobre los problemas de suministro. También ofrece propuestas para avanzar.

Muchos sectores se han visto afectados por graves problemas de suministro, desde la electrónica de consumo hasta los productos de aperitivo o los equipos industriales. Sin embargo, a algunas empresas les ha ido mejor que a otras. ¿En qué aspecto han actuado sus responsables de forma diferente?

No me sorprendería que el juego “Whack-A-Mole” (golpea al topo) fuera la mejor forma de describir la cadena de suministro en 2021. No hay mejor comparación con la cadena de suministro actual que ese juego en el que una serie de retos aparentemente aleatorios te amenazan cada vez a mayor velocidad. Esto explica por qué tan solo unas pocas empresas (si es que existen) han logrado salir ilesas en el entorno actual.

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Quienes logran capear la tormenta con más eficacia no se preocupan tan solo de predecir los problemas, sino también de identificarlos con antelación y corregir el rumbo rápidamente. En el ámbito del aprovisionamiento, los responsables están aprovechando la visibilidad y la información de los tramos inferiores de la cadena de suministro para acortar su tiempo de respuesta ante los eventos. En lo que respecta a los productos, las empresas los diseñan para permitir grupos secundarios de componentes, sin menoscabo de la calidad del producto, o intentan ajustar la demanda a los artículos disponibles. 

A lo largo de toda la cadena de suministro, los responsables se están centrando también en mejorar los tiempos de reacción, es decir, en reducir el tiempo necesario para cambiarse a otro proveedor, ruta de transporte o instalación de producción alternativa. Puede que no sea el área más interesante en la que centrarse, pero quienes ahora ganen fortaleza interna resistirán mejor después, cuando las dificultades de abastecimiento comiencen a debilitar el resto de la cadena de suministro.

La planificación y el abastecimiento son cruciales para predecir y superar los problemas de suministro. ¿De qué forma deben cambiar los procesos internos para que esto sea posible?

Hasta ahora, muchas empresas han considerado la planificación como una actividad de interés interno. Existía la creencia no escrita de que las dificultades se terminan en cuanto se supera el primer tramo de la base de suministro, pero muchos de los problemas se producen, en realidad, en tramos muy inferiores. 

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Los últimos 18 meses han sido una llamada de atención. La planificación y el aprovisionamiento deben ir de la mano para obtener visibilidad de lo que sucede en los tramos inferiores de la base de suministro, identificar los puntos de riesgo e integrar el suministro esencial en el proceso de planificación. Esto supone invertir más en inteligencia de productos básicos y en procesos de planificación de los proveedores clave realmente integrados. Pero no termina en este primer tramo. Los equipos de planificación también necesitan acortar los intervalos de comunicación en la cadena de suministro, lo que requiere mejorar la visibilidad del proveedor.

¿Existe, acaso, alguna forma de modelar la demanda para adaptarla a las dificultades?

Definitivamente, sí. En cierta medida, la eficacia de cualquier táctica varía según el sector. Sin embargo, empresas de diferentes sectores han demostrado que es factible modelar la demanda. La forma más sencilla de aplicar la modelación de la demanda es a través del plazo de entrega. Yo puedo expedir el producto A ahora, o tú puedes solicitar el producto C y esperar unas semanas o unos meses. A partir de aquí, hemos visto empresas que utilizan con éxito el precio para que los clientes se cambien a un producto o plazo de entrega alternativo.

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Lo realmente interesante es que las empresas están reconociendo que reducir la complejidad de la propia cartera puede ser una actividad de modelación de la demanda. Acciones como limitar el número de opciones o configuraciones de productos disponibles pueden ayudar a mejorar la disponibilidad, dependiendo de la dificultad.

¿Prevés más dificultades en el futuro o crees que ya hemos dejado atrás lo peor?

Esta es una cuestión que desconcierta a los economistas de todo el mundo. Dicho esto, veo difícil caminar hacia la “normalidad” en un futuro inmediato, a menos que se produzca una caída inesperada de la demanda. Al fin y al cabo, lograr el aumento de la capacidad necesita tiempo. Para muchos sectores, es una cuestión de años, no de meses. Y esto, suponiendo que la capacidad se esté ampliando, lo que no es cierto en todos los casos.

Las cadenas de suministro son complejas. Es necesario casar centenares, por no decir miles, de piezas en el momento adecuado. Se necesita capacidad de transporte suficiente para llevarlas a donde deben estar. Y se necesita trabajo para transformarlas en lo que el cliente desea. Basta con un fallo en cualquiera de estos eslabones para que se genere un problema. Con las estrecheces que vemos casi en todas partes, se hace difícil imaginar que no vayamos a seguir inmersos en este entorno durante un tiempo.